Escuela de latinidad

Lateinschule de Merkendorf.
Alte Lateinschule de Brujas.
Alte Lateinschule de Alfeld.
Alte Lateinschule de Weißenburg.
Latin School de Boston.

Escuela de latinidad o estudios de gramática eran las denominaciones de los centros educativos que se establecieron en muchas localidades españolas (llegó a haber más de cuatro mil) de la Baja Edad Media y Edad Moderna, para cumplir la función de enseñanza secundaria o preuniversitaria, permitiendo acceder a los conocimientos de latín y gramática necesarios para emprender los estudios superiores en las universidades, lo que daba oportunidades de acceder a la élite eclesiástica y burocrática que formaban los clérigos y letrados del Antiguo Régimen en España.[1]

  1. *Durante los siglos XV y XVI se produce un incremento muy considerable de las escuelas de gramática. Por un lado, los municipios estaban interesados en crear o sostener escuelas de gramática para que algunos vecinos aprendiesen latín y acudiesen a la Universidad, lugar de formación de amanuenses, escribanos, letrados, médicos y funcionarios que el estado moderno empezaba a necesitar. El aumento del número de escuelas de gramática fue tal que a comienzos del siglo XVII, el canónigo compostelano y consejero de la corte real, Pedro Fernández Navarrete, cifra en más de 4.000 las escuelas de latinidad existentes en España (Conservación de monarquías y discursos políticos, discurso XLVI, “que conviene reformar algunos estudios de gramática”). En España, cualquier población de más de quinientos vecinos contaba a comienzos del siglo XVII con su cátedra de latinidad, y los pueblos de un número menor de habitantes tenían preceptores particulares o párrocos que se encargaban de suplir esta falta. La provisión de la cátedra de latinidad de La Coruña, entre 1512 (cuando se fundó) y 1679 (cuando pasó a ser un colegio jesuita) se realizaba por el siguiente procedimiento: 1) Elección al azar de puntos o partes de los libros (Artes de Gramática, obras de Cicerón, Salustio, Suetonio, Quintiliano, Virgilio, Ovidio, fábulas de Esopo y Babrio). 2) Ostentación de los candidatos; realización de composiciones o epigramas. 3) Argumentación entre los candidatos. 4) Elección del candidato por los diputados del claustro. 5) Alocución del candidato elegido y juramento de de cumplir las obligaciones. (José Manuel Domínguez, Cátedras de gramática y educación en Galicia, siglos XVI y XVII Archivado el 9 de noviembre de 2013 en Wayback Machine.).
    • Calle del Estudio Vieja ... Frente a las casas que furon de D. Pedro Lasso de Castilla, estaba el antiguo estudio de la villa [de Madrid], a cuyo edificio reducido acudían los jóvenes a cursar la gramática latina y las humanidades; sus cátedras las regentaron los PP. Franciscanos, motivo por el que siempre se conservó en el convento de San Francisco el Grande un maestro de gramática. Allí hubo una capillita, en la que los estudiantes oían la misa que celebraba un religioso seráfico, por lo que... Era costumbre de los alumnos de estas cátedras el vestirse con tunicelas blancas en la Pascua de Resurrección, y salir por las calles con panderetas a recoger el Alleluya, que con gran profusión les arrojaban por los balcones, rejas y ventanas, y también maravedises. Llamábanles los mancebos... origen de la calle que hoy lleva el mismo nombre... Duraron aquí estos estudios hasta la época de los Reyes Católicos, en la que habitando SS. AA. RR. las mencionadas casas de D. Pedro Lasso, convenía retirar de allí el bullicio de los muchachos, trasladando las cátedras á un edificio que habia á espaldas de las casas de Bozmediano, que despues fueron del duque de Uceda, y hoy se denominan los Consejos. La reina doña Isabel I se divertía mucho con las travesuras de los estudiantes, quienes al verla la victoreaban saludándola en latín: «Salve regina nostra, crescat milia milium domina nostra» ... Y la grandiosa reina también les devolvía su saludo en el mismo idioma, como lo dice un cronista; y doña Beatriz Galindo, preceptora de la misma reina, confundía a los muchachos mas aventajados hablándoles el latin. No los retiraron de allí por la voluntad de la reina, sino porque así les pareció mejor a sus ministros, interesándose esta señora por los adelantos de la juventud. ... Calle del Estudio de la Villa ... cuyas cátedras de latinidad y humanidades dejaron de desempeñar los PP. Franciscanos, reemplazándoles hombres eminentes y eruditos, que por oposición ocuparon las cátedras, segun el mandato de la reina católica, y mas adelante se sabe que las regentaron por oposición también Francisco de Gomara, el maestro Cedillo, Alejo de Venegas y el licenciado Gerónimo Ramiro, ... el licenciado Francisco del Bayo... el maestro Juan López de Hoyos y el Hernando de Arce... con el salario acostumbrado de dos mil quinientos maravedises (que al fin de aquel año se les amplió en tres mil, dos reales cada mes por cada uno de los estudiantes, un caiz anual de trigo y la casa del estudio para su habitación). Estos estudios se suprimieron cuando los PP. Jesuitas los establecieron en el colegio imperial. A la aula que regentaba el maestro Juan López... concurrió el inmortal Cervantes... Juan López continuó en estos estudios hasta su extinción, y para indemnizarle... le nombraron cura de la iglesia parroquial de San Pedro; sin embargo se mostró muy resentido y quejoso contra los Jesuitas... Calle de los Estudios de San Isidro. Junto al colegio imperial estaba la casa llamada de los Estudios, para los externos, los cuales se fundaron por los años de 1569, en que informada la majestad católica de Felipe II por D. Gómez de Figueroa, duque de Feria, de la grande utilidad que resultaría en favor de la juventud el que la Compañía de Jesús se encargase de enseñar las ciencias y facultades en su colegio, les mandó pusiesen estudios de latinidad y retórica, estableciendo dos aulas para que se franqueasen a cuantos quiseran matricularse en ellas. La princesa doña Juana de Austria dotó otra cátedra de teología moral... siendo los primeros preceptores los PP., Juan de Acevedo, eminente en humanidades, y Juan Ruiz, aventajado en lenguas orientales y otras ciencias exactas. Los primeros alumnos lo fueron el primogénito del almirante de Castilla, y los tres hijos de Ruy Gómez de Silva y otro del conde de Lemus. (Antonio Capmany Origen histórico y etimológico de las calles de Madrid, De Quirós, 1863.)
    • Miguel de Cervantes (ca. 1568) aprendió Gramatica y Letras Humanas con el maestro Juan López de Hoyos, digno sucesor en la cátedra de Latinidad de Madrid de los celebres filólogos el maestro Cedillo y Alexo de Venegas. (Juan Antonio Pellicer y Saforcada, Vida de Miguel de Cervantes, en la introducción al Quijote, Sancha, 1797).

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